Te confieso que hace algunos años yo también me sentí desesperada, estuve en un túnel negro, en el cuál sentía que no tenía salida. Sin embargo, los Arcángeles me tomaron de la mano y me mostraron la luz.
Al principio no fue fácil, pero ha sido un camino hermoso, lleno de luz, de sanación, de nuevas puertas que se abrieron en su momento y nuevos comienzos que me llevaron al lugar de plenitud en el que vivo hoy.